Carta al Rey de España
"Estimado Señor:
Le escribo esta carta aquí, porque sé que será la única vía que le
llegue seguro. No pretendo más que llegar a Usted de alguna manera y en
2014, la manera más segura de que llegue una carta a su destinatario…
son las redes sociales.
No le escribo como Frank de
la jungla, ni como Wildfrank...Mi nombre es Frank Cuesta. Francisco
Javier Cuesta Ramos con pasaporte español AAH538191. Le escribo esta
carta para pedirle ayuda, o simplemente para que tenga conocimiento de
la situación en la que mi familia y yo mismo nos encontramos hace algún
tiempo.
Podría entrar en muchos detalles, pero
básicamente he de decirle que Yuyee (ciudadana Tailandesa), la madre de
mis hijos Sarit Félix Cuesta Sriprayoon con pasaporte español
XDA228698, Saharit Francisco Cuesta Sriprayoon XDA231035 y Saranta
Serafina Cuesta Sriprayoon XDA231034, se encuentra en una cárcel
Tailandesa desde hace casi cinco meses.
Su condena
oficial es de 15 años de prisión por tráfico de 0.251 gramos de cocaína
(un cuarto de gramo). Se la detuvo en unas circunstancias “raras” y se
la juzgo en unas circunstancias más raras aun.
Desde
el año 2011 hemos tenido presiones por destapar y mostrar públicamente
(incluyendo en televisión) a redes de tráfico de animales y abuso. En
su momento incluso un secretario de la embajada de Tailandia en España
me dijo que o cesaba en las denuncias sobre abuso animal, o mi familia
podría tener problemas…curiosamente a partir de esa conversación y
durante dos años se me negó la visa en dicha embajada en Madrid; más
curioso aun es que durante ese tiempo y gracias a nuestro programa de
televisión les hacíamos la mayor publicidad para el turismo en
Tailandia.
En el año 2012 pararon a Yuyee en el
aeropuerto y la detuvieron acusándola de llevar 0.005 gramos de cocaína
(5 miligramos). Se realizó un test de orina que dio “negativo” a
cocaína. Me negué pagar la cantidad que nos pidieron en ese momento
(10,000E), así que la acusaron de llevar 5 miligramos de cocaína para
consumo propio. Tanto en el aeropuerto como en la comisaria se realizó
ese atestado. Pagué la fianza de 250 euros y se fue a casa con sus
hijos, sabiendo que aunque fuésemos a juicio, no se la podría condenar a
nada por una droga “inexistente”.
Un año más tarde
fuimos a juicio y al llegar se nos informó que la droga por la que
estaba acusada eran 0.251 gramos. Es decir que la droga había aumentado
50 veces, hasta un miligramo por encima del límite del cuarto de gramo.
Ya no se la acusaba de posesión, sino como “narcotráfico”. El análisis
de orina había desaparecido, yo no pude testificar (ya que curiosamente
yo fui la persona que pidieron que fuera al aeropuerto cuando la
detuvieron) y la droga según ellos se destruyó en el análisis, así que
no había constancia. Al final de ese “juicio” fue condenada a 15 años de
cárcel y una multa de 30,000 Euros por traficar con un cuarto de gramo
de cocaína.
Desde hace más de cuatro meses vive en la
peor cárcel de Tailandia para mujeres, no le tengo que exponer las
condiciones de vida porque supongo se las puede imaginar… sin poder
poseer nada propio, durmiendo en el suelo con otras 60 mujeres y sin
poder abrazar a sus hijos mayores (11 y 8 años), porque no se le está
permitido tener contacto con nadie, más que a través de un cristal. No
ha visto a nuestra hija pequeña de 4 años desde que ingreso en prisión
por ser demasiado joven. Y lo peor de todo es que esta situación está
afectando a nuestros hijos de una manera brutal.
Como
le digo, esta es una situación en la cual hemos intentado durante casi 5
meses hacer todos los trámites legales posibles, pero claramente hay
alguien que ha decidido que Yuyee se pudra en la cárcel. Mi hijo el
mediano “Zorro” tiene un grave problema cardiaco por el que ha tenido ya
dos operaciones y son dos veces que ha terminado en el hospital por
arritmias desde que su madre ingresó en prisión; hoy la segunda, con lo
cual he decidido escribirle esta carta a usted desde el hospital. Hemos
presentado informes médicos porque Zorro necesita cuidados y sobre todo
tranquilidad. Hemos presentado avales, ofrecido posibilidad de pagar
nosotros por una pulsera electrónica, arresto domiciliario con collar
electrónico y no se ha concedido libertad condicional porque según “EL
JUEZ” si la sacan de la cárcel para estar con sus hijos…se escaparía. Es
decir que está en el mismo régimen que cualquier “narcotraficante”.
Yuyee es una gran madre y una gran persona y no se merecen ni mis hijos
ni ella estar pasando por este trance y de esta manera. La razón por la
que le escribo directamente es porque he mandado 3 cartas al ministerio
de asuntos exteriores y no he recibido respuesta. La embajadora de
España en Tailandia no ha tenido un minuto para llamar por teléfono y
preguntar cómo se encuentran los tres niños españoles hijos de Yuyee.
Esta última frase la escribo con “rabia” porque no se imagina Usted la
cantidad de veces que se me ha llamado en los 18 años que llevo viviendo
en Tailandia, para jugar al tenis o tomar un café y hacerme una foto
con el famoso de turno que venía. Y aunque sé, que es un reproche
“tonto”; me hubiera dado un poco de esperanza y sobre todo ánimo, que la
embajadora de mi país, hubiera sacado un minuto de los 200,000 minutos
que mis hijos llevan sin poder abrazar a su madre…para llamar e
interesarse personalmente de cómo estan. Sé que no es para lo que está
aquí…pero somos “personas” antes que números de pasaporte.
Como le digo, Usted es el último recurso que me queda antes de que
Yuyee se quite la vida en la cárcel, que lo hará. Digo esto, porque ella
sabe cómo están sufriendo sus hijos. Es algo que yo no puedo controlar
pero sé que lo hará para que sus hijos puedan seguir con su vida sin la
angustia diaria que están sufriendo. Ya tuvimos que pasar la muerte de
nuestro hijo Zipi y si esto sigue así, Dios no quiera que le pase algo a
“Zorro”.
Es un país con gente maravillosa pero como
en todos lados…hay malnacidos. Ahora, como se dice vulgarmente, nadie se
quiere comer el marrón de la condena de Yuyee y nadie toma la decisión
de revisar el caso, especialmente por la situación política Todo el
mundo sabe que este, es otro de esos casos que solamente pueden ser
“eliminados” por indulto sin que nadie sea salpicado.
Yo no tengo acceso a las instancias más altas del país, pero Usted
tiene acceso directo por su posición como “Rey” de España. Con una
llamada interesándose por este caso, no habría lugar a otra solución
para limpiar esta “vergüenza” que concederle el indulto o la revisión
inmediata del caso y dejarla que se fuera a su casa con sus hijos. Un
indulto en este país, es una llamada directa a los malos para decirles… a
esta persona ya NO. Esto es lo que le pido; una llamada y aunque
supongo que es algo bastante absurdo de pedir y de esta manera, por
hacerlo no pierdo nada. Que por que lo hago a través de las redes
sociales? Porque veo que si no lo hago así, jamás le llegaría esta
petición y esta situación no pasa por tiempos burocráticos.
Sé que esta carta de alguna manera u otra llegara a sus oídos. La
escribo como mi última opción y desde una situación de desesperación.
Yuyee es la madre de mis hijos y es una buena persona que me ha ayudado
muchísimo en la lucha contra el abuso animal. Incluso estando
divorciados lucharé por ella porque es la madre de lo que más quiero en
este mundo y esta injustamente pagando una venganza que realmente no
sabemos con certeza de donde viene. Como le digo, esta es mi última
opción y no exijo nada. Simplemente, que si esta carta llega a sus
oídos, que llegará y no puede hacer nada, al menos le diga a alguien que
escriba de vuelta para decir que no puede hacer nada y de ese modo,
seguiré luchando de otra manera, buscando otras vías o simplemente
desistiré.
Sé que esta no es ni la forma ni la manera
de escribir a un “Rey” y si cree Usted que no tiene razón de ser
hacerlo, le pido disculpas, pero si no fuera por el sufrimiento de mis
hijos, no le escribiría ni a Usted ni a nadie.
De antemano, gracias por su tiempo.
Frank Cuesta #FREEYUYEE"